miércoles, 21 de marzo de 2018

Diario de paka

EL DOMINGO DESPERTÉ ya a las seis. Era razonable, pues todos los días debía levantarme con mi familia a la cuatro de la mañana, mientras ellos iban y venían, yo esperaba con alegría el momento de comer y salir a la calle, para dar mi paseo diario y claro hacer mis necesidades como es normal.... De regreso a casa ya no soporté más y corrí hasta el comedor, donde encontré un enorme gato, la verdad no  se  por donde pudo colarse en nuestra casa, me saludó con efusivo cariño, mostrandome sus garras y haciendome sentir que era el quien se quedaría con una tajada de queso que había caído al piso, lo extraño era que se habían ido casi todos, la única que aún permanecía en su  habitación era mi  abuela humana y al parecer no sabía que teníamos compañía, fui corriendo al dormitorio para avisarselo, sinembargo parecia que mis movimientos acelerados no le decían nada, ella sólo me decía no moleste¡¡ no moleste¡¡ y decidió cerrar y abandonarme a mi suerte, así que no tuve más opción que llenarme de valor y regresar donde había dejado a nuestro peregrino; allí le encontré tendido, parecía como si el queso le hubiese hinchado la barriguita, parecía inmovil, estupefacto..así que me acerqué  le olfatee y escape, quedé pasmada, no sabía que hacer, estuve un tiempo meditando en el tapete de la sala de mi casa, a decir verdad dormí un rato..

esta historia continuará..te invitamos a seguir leyendo nuestro blog la semana que viene


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